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martes, 8 de enero de 2008
Hot Rats por Román García Albertos 28 de diciembre de 2000 Hot Rats es un álbum que ocupa un lugar muy especial en la discografía de Zappa. Tras terminar su contrato con Verve/MGM con la edición de Mothermania, el recopilatorio de The Mothers Of Invention, se lanza el verano de 1969 a una nueva gira con el grupo. Sería la última, y en agosto decide acabar con los MOI, por razones artísticas y sobre todo económicas. Y seguramente por un cansancio mortal, después de 5 años en la carretera cantando "Plastic People". Así, con renovadas energías y la ilusión de un proyecto nuevo y diferente (bueno, con Zappa todo es relativo, pero acababa de estrenar compañía discográfica), se mete en los mejores estudios de Los Angeles para preparar su primer proyecto en solitario desde Lumpy Gravy, sólo que con mucho más conocimiento a sus espaldas. Para empezar cuenta con su mano derecha en los Mothers, Ian Underwood, que con su formación clásica y su habilidad con la electrónica, los teclados y los instrumentos de viento, se convirtió en el colaborador imprescindible de Zappa durante muchos años (concretamente desde 1967 hasta 1973). También contó con otro ex-MOI, Lowell George (futuro fundador de Little Feat), a la guitarra rítmica, aunque sin acreditar (¿problemas contractuales?). El resto fue una amalgama de músicos de sesión y otros personajes. En "Peaches En Regalia" participan Ron Selico a la batería (que luego colaboraría con John Mayall) y Shuggie Otis al bajo. Otis es hijo del celebre Johnny Otis, en cuya banda hoy en día sigue tocando. Por cierto que la perilla y el bigote de Zappa, según él mismo reconoció, estaban inspirados originalmente en Johnny Otis, uno de sus ídolos de la infancia. En el resto de las sesiones la sección rítmica estaba formada por Max Bennett al bajo (un clásico de la escena de la Costa Oeste, todavía en activo), y alternativamente John Guerin (que ha trabajado junto a Bennett infinidad de veces, y que ya participó en las sesiones de Lumpy Gravy) y Paul Humphrey (otro músico de sesión de L.A., no confundir con Ralph Humphrey) a la batería. Además de toda esta gente, contó con dos o tres invitados de lujo. Para empezar Don Vliet alias Captain Beefheart, al que ese mismo año había contratado para su flamante nueva compañía, Straight, y al que acababa de producir su álbum Trout Mask Replica. Después, Don "Sugarcane" Harris (que desgraciadamente murió ahora hace un año), al violín eléctrico. Sugarcane era otro de los viejos ídolos de Zappa. Junto a Dewey Terry había formado a mediados de los 50 el dúo Don & Dewey. Zappa lo quería para su disco nuevo y cuentan que tuvo que ir a buscarlo a la cárcel y pagar la fianza (parece que con Sugarcane esto sucedía de vez en cuando). El otro colaborador de lujo fue Jean-Luc Ponty. Según se cuenta en las notas del álbum King Kong (1970), donde Ponty interpreta música de Zappa, Dick Bock, el productor de Ponty (que había venido de Francia y estaba buscándose la vida por los USA colaborando con gente como George Duke) escuchó algo de lo que Zappa estaba grabando para el álbum Hot Rats y le llevó a Zappa uno de los discos de Ponty para que lo escuchara. Unos días después Ponty estaba en el estudio participando en la grabación (luego harían juntos lo de King Kong y en 1973 Ponty entraría en la banda). Sumemos a esto al gran Cal Schenkel haciendo la portada (por cierto, que os recomiendo visitar su exposición virtual en http://www.RALF.com) y algunos de los mejores técnicos de sonido de Los Angeles, y ya tenemos a todo el elenco protagónico de Hot Rats. 30 de noviembre de 2000 Sin entrar en hablar de las canciones una por una (recomiendo a todos seguir la recomendación de Joe Rocker y escuchar el disco como él dice, que merece la pena), si me gustaría apuntar algunas cosas. Por ejemplo los comentarios de Zappa sobre el disco en su autobiografía: Pasé parte de 1969 trabajando en el estudio en el álbum Hot Rats, e hice algunas actuaciones locales con Ian Underwood y Sugarcane Harris. No iba a ninguna parte. El álbum, que resulta que a mí me gustaba mucho, entró a hurtadillas en las listas del Billboard en algún lugar alrededor del 99 y se desvaneció inmediatamente. En los Estados Unidos, al menos, había producido otro fracaso. (¡Vaya idea! ¡Un álbum completamente instrumental, excepto un corte cantado, y ese tenía que presentar a Captain Beefheart! ¡No es un cantante! ¡Por qué haces perder a América su precioso tiempo con esto, imbécil!) Al final ha resultado que ese álbum, como artículo de catálogo, ha sobrevivido a casi todo lo demás que se editó en 1970, y, para nuestros queridos amigos de las Islas Británicas, permanece como el único álbum 'bueno' de Zappa que se ha editado nunca." (TRFZB, p. 109, traducción mía) Sobre la chica de la portada saliendo de la cripta, es Christine Frka, una de las GTO's (que publicarían su disco producido por Zappa poco después), que en esa época era novia de Alice Cooper (que acababa de publicar su primer disco, también en el sello de Zappa), y que además era la niñera de Moon (que acaba de publicar un libro) junto a Pamela Des Barres (que ya ha publicado varios). Miss Christine murió en noviembre de 1972. Curiosidades sobre los títulos: De "Peaches En Regalia" ya hemos hablado largo y tendido, así que... "Willie The Pimp" está basada en un personaje real, y en 1972 entrevistó a dos chicas que lo conocían para dejar constancia para la posteridad (la entrevista en "The Story Of Willie The PImp" para más detalles). "Son Of Mr. Green Genes" es una versión instrumental del tema "Mr. Green Genes", que había aparecido en el álbum Uncle Meat. El título ("El hijo del Sr. Genes Verdes") llevó a una confusión que Zappa tuvo que desmentir en su biografía: Porque grabé una canción llamada "Son of Mr. Green Genes" en el álbum Hot Rats en 1969, la gente ha creído durante años que el personaje con ese nombre en el show de TV Captain Kangaroo (interpretado por Lumpy Brannum) era mi 'verdadero' padre. No, no lo era. (TRFZB, p. 13, traducción del abajo firmante) "Little Umbrellas" ("Paragüitas") no sé a qué viene, y "The Gumbo Variations" es una broma entre una receta típica de Nueva Orleans (http://www.gumbopages.com/food/gumbo.html) y las "variaciones" (un término musical que Manacho podrá explicar mejor que yo). Sobre "It Must Be A Camel" pues eso, que "debe ser un camello" (en fin, que ni idea). Más curiosidades. Sobre el solo de guitarra de "Willie The Pimp", Phil Manzanera (el fantástico guitarrista de Roxy Music que luego se puso bastante aburrido y que parece haber desaparecido de la circulación) dijo lo siguiente: Su solo en "Willie The Pimp" parece querer durar eternamente. He intentado tocar al mismo tiempo que él a ese ritmo y he tenido que pararme agotado. Zappa ha doblado el número de notas en la octava que pueda tocar un guitarrista de rock. Ha añadido quintas y novenas y deja la trama melódica casi suave. Y para impedir que lo sea en exceso, le ha agregado algo de wah-wah, doblándola. (New Musical Express, 14 de abril de 1973, citado en el libro de Alain Dister, "Frank Zappa y the Mothers of Invention", p. 59). No sé si entiendo muy bien lo que quiere decir Manzanera, o si algo se ha perdido en la traducción (primero al francés para la edición original del libro y después al español para la edición de editorial Júcar), pero bueno, ahí queda para el que le interese. En el departamento de "Diferencias entre la edición original en vinilo y la reedición en CD" la cosa tiene bastante miga. La versión en CD es una remezcla completa, y algunos instrumentos han desaparecido y otros han salido adelante, también cambian los tiempos y la edición. Sobre todo "The Gumbo Variations", que pasa de durar 12:47 a 16:55. Como siempre, todos los detalles en: http://w1.858.telia.com/~u85821131/vinylvscds/hotrats.html Y ya está, pocas cosas más puedo decir del disco. Que es uno de mis favoritos (otra vez), que estoy escuchando ahora mismo "It Must Be A Camel" y que disfruto cada segundo (a veces me recuerda a Henry Cow, ¿o será al revés?). Que es uno de esos discos de Zappa (¿el único?) que puede hasta gustarle a los que no son muy amigos de la música del bigotudo, y de ahí el éxito que tuvo en toda Europa (y supongo que en el resto del mundo) en los años 70, cuando se convirtió en referencia para todos los grupos que estaban buscando un nuevo camino en la música, ya agotada la psicodelia. Ese mismo año, 1969, Miles Davis publicaba el álbum Bitches Brew, y entre uno y otro estaban definiendo el camino de muchas bandas. Hala, a disfrutarlo. Buenas tardes.
Bájelo Acá
Etiquetas: Fusión, Jazz, Progresivo, Rock
La historia de Porcupine Tree se inicia en 1987, cuando Steven Wilson (guitarra, voz, teclados, bajo) comienza a experimentar en solitario en su estudio de grabación hogareño, en forma paralela a su trabajo con No-Man (su banda de art-pop junto a, Tim Bowness con una interesante discografía paralela a Porcupine Tree). Edita dos grabaciones en cassette en partidas limitadas Tarquin's Seaweed Farm (1989), y The Nostalgia Factory (1990), en que presentan a la banda como un grupo ficticio de los años setentas y las distribuye a algunos medios especializados, con un estilo fuertemente influenciado por la sicodelia, el krautrock y el rock progresivo. En 1993 se edita el segundo álbum de Porcupine Tree, Up the Downstair. Siguiendo la línea de Voyage 34, plantea un nuevo "rock progresivo", mezclando influencias del rock y la electrónica dentro de un concepto que se aleja del formato canción típico. Uno de sus mejores álbumes, con un correcto balance entre partes vocales e instrumentales. Marca asimismo las primeras contribuciones de Richard Barbieri (teclados), en el tema homónimo, y de Colin Edwin (bajo) en Always Never. El perfil que estaba adquiriendo el proyecto de Steven Wilson comenzó a requerir presentaciones en vivo. En vistas de ello, Wilson forma una banda de apoyo con Barbieri y Edwin, junto al baterista Chris Maitland. Estos primeros shows en vivo son documentados en Spiral Circus - Live (1993), un cassette de edición limitada. En 1994 se edita el EP Staircase Infinities, conteniendo tres temas de las sesiones de Up the Downstair junto a dos temas grabados en forma posterior, siendo uno de ellos una nueva versión de Yellow Hedgerow Dreamscape, inicialmente aparecido en las primeras grabaciones de Wilson. Bájelo Acá
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sábado, 5 de enero de 2008
Kenny Barron & Trio da Paz Canta Brasil Sunnyside SSC 3005 (2002) Time: 58'18" Produced by Karen Kennedy, Canta Brasil also features Anne Drummond on flute, Valtinho on percussion and Maucha Adnet on vocals. Born in Philadelphia in 1943, Barron is a master on the piano. His career spans decades of jazz piano playing among some of the greatest jazz musicians, such as Philly Joe Jones, James Moody, Stanley Turrentine, Milt Jackson, George Benson, Ron Carter, Michael Franks, Buddy Rich and several others. It was in Dizzy Gillespie's band, though, that Barron acquired his love for Latin rhythms. As an accomplished jazz artist, he has recorded over 40 albums to date. It is no wonder that the Best Pianist (Jazz Journalists Association, four consecutive years) and a finalist in the 2001 Jazz Par International Jazz Award has chosen to record with Trio da Paz in this release. Canta Brasil features five Barron compositions with the Trio's spin along with three Trio da Paz numbers, one from each member. It is clear to hear the Trio's presence and dominance even in Barron's original numbers. "Zumbi," for example, features Fonseca's drums as the backbone for Barron's keyboard work. Keyboard and drums pair up in a lively duet. This is the funkiest and most effusive track of the album. All musicians get down to business from the very start. Two other tracks, "Thoughts and Dreams" and "This One," carry more of a samba jazz feel. The latter also features Maucha Adnet's vocals. At the other end of Barron's musical sample in Canta Brasil, there are two gorgeous ballads, namely "Clouds" and "Until Then." The former is richly sumptuous with Barron alternating the solos with Lubambo's lovely acoustic guitar. Literally, you will feel in the clouds hearing the peaceful musical scenario these guys create. As for "Until Then," the Bossa Nova vibe in Drummond's honeyed flute is all Brazilian to the core. The three Trio da Paz songs featured here were previously recorded by the group in their previous releases, but here they add Barron's keyboard and Drummond's flute to the familiar melodies. "Dona Maria" was in Black Orpheus whereas "Paraty" and "Bachião" appeared in Partido Out. "Bachião," in particular, was the best of the three re-recordings. The tempo is just a tad faster, and there's clearly more vibrancy in this new arrangement with flute and piano.
Bájelo Acá
Etiquetas: Brasil, Fusión, Jazz
Cargando a cuestas un apellido siempre ligado al tango, eligió tocar jazz. Y portando los genes de un símbolo del bandoneón, se decidió por la batería.
Más allá de los mandatos, más allá del apellido, Daniel “Pipi” Piazzolla forma Escalandrum en 1999 para disfrutar de la música hecha entre amigos. El nombre del grupo surge de la combinación de escalandrún (una especie argentina de tiburón que “Pipi” pesca con su padre Daniel (actividad familiar iniciada por su abuelo Astor), y drum (‘tambor’ en inglés). Junto con sus primeras actuaciones, en 2000 Escalandrum edita su primer disco, Bar Los Amigos. A partir de 2002 el grupo se vuelca al formato acústico y graba Estados alterados, presentado con gran éxito en el teatro ND/Ateneo de Buenos Aires. El álbum es distribuido por el sello francés Milan Records. Con su tercer trabajo, Sexteto en movimiento, Escalandrum deja de ser “revelación” para confirmarse como uno de los mejores exponentes del jazz hecho en Argentina. El grupo se aparta de los caminos conocidos del género para integrarlo con ritmos y aires folklóricos. La apuesta rinde sus frutos: En 2005 la prensa especializada elige a Escalandrum como la banda número 1 del jazz local; y la Fundación Konex ubica al grupo entre las 100 figuras más destacadas de la última década de la Música Popular Argentina. En 2006 llega su cuarto álbum, Misterioso. Un disco sólido, maduro, donde las individualidades trabajan en función del grupo. El sexteto logra plasmar en estudio esa química especial que se sólo se logra tocando entre amigos. Misterioso retoma la definición original de Escalandrum: Un grupo de amigos que disfruta haciendo música. Escalandrum presentó Misterioso a lo largo y ancho de Argentina en 2006, tocando en los ppales. teatros, así como en lo más eclécticos Festivales; venciendo las barreras del Jazz. En 2007 el grupo representará al país en el prestigioso Festival de providencia en Chile y en Julio parte a una extensa gira europea.
Listado de Temas 01- Misterioso (Nicolas Guerschberg) 7:45 02- Bagualera (Damian Fogiel) 7:00 03- Chacarerosa (Nicolas Guerschberg) 8:44 04- Antes de la lluvia (Nicolas Guerschberg) 4:49 05- El cruce (Damian Fogiel) 5:57 06- Momo (Nicolas Guerschberg) 7:58 07- Fattogrosso (Nicolas Guerschberg) 7:59 08- La repetida (Nicolas Guerschberg) 7:04 09- Escualo (Astor Piazzolla) 3:17 10- Chopchi (Mariano Sivori) 8:39 11- Misterioso (reprise) (Arreglo de Pipi Piazzolla) 3:36
Ficha Técnica Grabado en Febrero de 2006 en estudios Mandarina Sound Ingeniero de Grabación: Luis Bacqué Mezcla: Luis Bacqué y Juan Cruz de Urquiza Masterización: Luis Bacqué y Gustavo Fourcade en Steps Ahead Sound Producción Ejecutiva: Pipi Piazzolla Producción Ejecutiva MDR: Ruben Bondoni Producción MDR: Mora Juarez Fotografía: Andrea Knight Arte: Horacio C. de Vicenzo / GAMA Bájelo Acá
Etiquetas: Argentina, Jazz
viernes, 4 de enero de 2008
Pedro, siempre Pedro. Empezó en los 70 en Madre Atómica, luego integró ese seleccionado que fue Seru Giran, con Charly García, David Lebón y Oscar Moro y más tarde viajó a los Estados Unidos para sumarse a las filas del Pat Metheny Group. Tenía sólo 22 años y una experiencia que contradecía a su documento. De ahí en más compartiría su trayectoria solista con colaboraciones, bandas de sonido y una sólida tarea como productor. Su última creación es Aznar canta Brasil, un disco doble, registrado en vivo que repasa, casi íntegramente en castellano, obras de Buarque, Veloso, Lenine, Cazuza, Jobim, Vinicius, Milton, Gismonti y Seu Jorge, entre otros. Nos recibió en su departamento de Belgrano y repasamos buena parte de su jugosa carrera.
Te debe haber llevado mucho tiempo preparar el repertorio de Aznar canta Brasil.Es un trabajo que tiene años porque muchas de estas canciones están versionadas desde hace tiempo. Un poco ese fue el origen de este proyecto, el hecho de que tenía canciones de Brasil versionadas al castellano hacía tiempo y la idea de hacer un disco con estos temas, algo que venía de antes. A partir de una invitación del teatro ND/Ateneo, que hizo un ciclo llamado “Intimos”, se me ocurrió que era una buena oportunidad para presentar allí el trabajo temático sobre Brasil, así que fui a revisar mi archivo de versiones y las completé con algunas que hice especialmente para este trabajo. Así fue que lo grabamos en vivo y lo filmamos. En diez días está saliendo el DVD. Supongo que el material que completó el disco doble pertenece a autores más nuevos como Lenine.No necesariamente. “Alzira y la torre”, la canción de Lenine, la tenía escrita desde hacía dos o tres años, en cambio “MI gurí”, de Chico Buarque, no la había versionado y la preparé especialmente para este proyecto. Cuál es tu relación con la música de Brasil que evidentemente viene…Desde siempre, desde muy chico. Si yo tuviera que hablar de cinco grandes influencias Brasil sería una de ellas, sin ninguna duda. ¿Quiénes te marcaron, por qué autores empezaste?El primero que me marcó fue Baden Powel y más tarde Egberto Gismonti, Milton Nascimento, en un orden absolutamente arbitrario que es como uno se encuentra las cosas en la vida. No tenía ninguna cronología brasileña en particular, simplemente cómo me fui encontrando a los autores y, por referencias cruzadas, cómo unos me llevaban a otros. Siempre se habla con admiración de la facilidad que tienen los músicos brasileños para compartir proyectos e invitarse mutuamente.Yo creo que eso es un mito. Los brasileños no son una comunidad con los brazos abiertos, porque los he visto pelearse como perros y gatos y hay toda una serie de rencillas, nido de serpientes tal como hay acá y también la misma camaradería que puede haber acá. Es un mito eso de que son una gran familia, hay peleas de décadas, mitológicas, titánicas, olímpicas. Y en cuanto a lo colaborativo, acá creo que recién a partir de la década del 80 se empezó a dar más la cosa de juntarse para hacer discos. Se me hace que una gran propiciadora de eso ha sido Mercedes Sosa, en su trabajo casi interdisciplinario que ha hecho que en su obra estuvieran sobre un mismo escenario Charly, León, Tarragó, Raúl Barboza, Domingo Cura y que todo el mundo dijera ‘mirá qué bárbaro lo que toca ese pibe’ o ‘qué bueno la mezcla de esto con aquello’. Yo creo que ella generó una enorme apertura en un momento clave y le debemos a ella esa mentalidad unificadora. Compartís tu discografía con tu rol de productor y con colaboraciones en trabajos de colegas. ¿Qué te aporta producir a otros músicos?Me da mucho placer y no voy a decir que es una vacación porque es mucho trabajo, a veces superior al de un disco propio, porque estás al servicio de la música de otro y tenés que estar todo el tiempo alerta a que no solamente vos te tenés que sentir satisfecho sino que, predominantemente, el artista que te contrató tiene que estar satisfecho, entonces es un trabajo en el que hay que estar revisando todo dos veces. Pero para mi es muy divertido y fresco, en el sentido de encontrarme conviviendo con una música que no es la mía, que me gusta hacer porque si decidí tomarlo es porque el artista me gusta y su música me entusiasma. En ese sentido es refrescante y siempre se aprenden cosas en la interacción, en el encuentro con una visión diferente a la tuya y es una situación que favorece el aprendizaje mutuo. Retrocediendo en el tiempo, cuando viajaste a los Estados Unidos para formar parte de la banda de Pat Metheny, el mundillo del rock se sintió traicionado.¿Traición? No creo que se hayan sentido así, creo que sí hubo un recelo por aquel viejo cuento de si ese viaje causó o no la separación de Seru Giran. Pero no, en cuanto a cruzarse de bando o a jugar en el equipo rival, eso me parece una tontería porque, además, lo que yo vengo haciendo desde siempre es un trabajo de interrelación de distintos estilos, desde siempre. El primer grupo profesional con el que toqué fue Madre Atómica, un grupo que hacía una música inclasificable, a pesar de estar enrolado de alguna manera en el rock progresivo sinfónico, art rock o como lo quisieran llamar. Ahí adentro había de todo, mucha influencia de Frank Zappa, una vez más, un tipo inclasificable, y esuchábamos de todo, desde Mahavishnu a Black Sabbath, pasando por Stockhausen y Gismonti y Emerson, Lake & Palmer. Imaginate, a los 15 años de ese cóctel no salís vivo, o te explota el bocho bien o terminás en el Borda mal. Entonces el viaje funcionó como un escape.Fue una gran experiencia y, no jodamos, era un nene, tenía 22 años. Para que me pasara lo que me pasó era un nene, no era ningún maduro y metí todas las patas que mete un chico de esa edad. Es lógico, a los 22 años qué sabés. Nunca sabés nada, no jodamos. Estaba convencido de que las cosas eran de una manera y tenía unas ideas muy inocentes, en algunos sentidos santamente inocentes, en otros, torpemente inocentes. Pero es esperable de alguien muy joven y fue muy fuerte todo lo que pasó, pero ya había sido fuerte lo de Seru, a los 18 años estar tocando con esas bestias era una locura. También arrancaste con precocidad tu carrera solista.Si, pero... Mi primer disco solista es de 1982 (Pedro Aznar), aparece en el momento en que me voy a estudiar a Estados Unidos, con lo cual estoy un año afuera, pese a que volvía todo el tiempo y hubo diez mil circunstancias que significaron que estuviera haciendo de todo, todo el tiempo, con lo cual mi carrera solista, de verdad, se podría decir que arranca con David y Goliath, en 1995. Los trece años anteriores fueron de un disco cada cuatro años o cada siete, porque en el medio hubo músicas de películas, giras internacionales, discos a dúo con Charly, la reunión de Seru Giran. Hay una primera etapa con el primer disco, Contemplación, que salió tres años más tarde y Fotos de Tokyo. De ahí a David y Goliath hay casi diez años, del 86 al 95. Te animaste a varios estilos. ¿Cuando tomás una música, te preocupa su forma pura?No porque no hay pureza en ninguna cosa y, particularmente, no la hay en el arte, que es un invento humano y surge de hacer experimentos raros, de las mezclas. El que venga a decir esto no es tango no sabe ni por qué respira. Hablando de esto suena Gardel ¿No? (de fondo, tal vez de la casa de algún vecino) ¿Querés algo más mezclado que Gardel? Una especie de cantante lírico cantando una música que es afro en un punto, en otro portuaria con influencias napolitanas, francesas, cubanas, españolas, alemanas. Así es el tango. Hay que ir a bucear en los orígenes. Lo mismo que hablar de jazz puro, qué es eso, si el jazz echó mano en cuenta música estuviera dando vueltas por ahí. Y del rock ni hablemos, es una música mestiza por excelencia que le debe a cada santo una vela. Te lo preguntaba para, acto seguido, hablar de Aznar canta Brasil. Más de uno puede sentirse shockeado por las versiones y la traducción al castellano. Ojalá (risas). Me encantaría. Pero los brasileños también se animaron a interpretar la música argentina. Hay versiones de Elis Regina de “La milonga de los hermanos” de Yupanqui; Gilberto Gil ha hecho una versión preciosa de “Cambalache”; Caetano ha cantado “Mano a mano”. Y tenés un mánager brasileño (Cosme de Oliveira). Más influencia directa que esa imposible.Sí, estoy con él desde el 96. Es un fan de la música argentina. Creo que hay un ida y vuelta entre las dos culturas. Por supuesto, no es simétrico ese ida y vuelta, creo que acá estamos más alerta a lo que pasa allá y en Brasil,a nivel masivo, hay cierto prejuicio con la música cantada en castellano.
Fuente: 10musica
Bájelo Acá
Etiquetas: Argentina, Brasil, Fusión
miércoles, 2 de enero de 2008
Hermeto Pascoal transforma la música en una experiencia iniciática. Una experiencia que requiere fe. Dejarse llevar sin prejuicios, en la convicción de ser conducido a descubrir nuevos lugares, paisajes desconocidos que sorprendentemente encontrarás en tu interior. Así, la aparente extravagancia que en ocasiones puede transmitir su propuesta, se nos presenta como el camino hacia una vivencia musical total. Sus conductos son el jazz y una exploración del folklore cargada de connotaciones oníricas, casi mágicas. La música de Hermeto Pascoal se presenta como un acontecimiento comunitario en el que la improvisación y la espontaneidad, tienen un papel protagonista. Es una fiesta entre iniciados a la que solo podrás acudir desnudo de ideas preconcebidas. Es un viaje que te conduce a la naturaleza, emociones a la par primigenias y sofisticadas. Sueños de mezcal o peyote. Es un abandono en el inconsciente placer de una compañía querida, de haber llegado, de quererte quedar allí para siempre. Un Sangri-la brasileño, profundo y recóndito. Allí está la alegría, una brisa refrescante. Allí está el sol o la luna en las playas de las costas de tu mente, tal vez una isla o las montañas y las selvas que se alojan en tus fantasías, en tus deseos, en tu imaginación. Es una fiesta que se prologa hasta altas horas de la madrugada, pero que no cansa nunca. El piano, el acordeón, el saxo, la batería o el bajo, son un todo sin individualismos, son elementos de un complejo collage que no permite un análisis aislado, mas bien exige un alejamiento, una perspectiva sin pretensiones críticas o técnicas. Pero este viaje requiere una advertencia. Nadie debe aproximarse a la música de Pascoal de forma casual o accidental. Este viajero temerario se verá sumido en un incomprensible universo de aparente caos, de incongruencias, de infinitas pinceladas sin coherencia. En ese caso, mas vale retroceder y dejar la aventura para otro momento.
Hermeto Pascoal, nace en 1.936, en la localidad de Lagoa da Canoa, estado de Alagoas, en el nordeste de Brasil. Desde niño muestra un extraordinario talento musical. Toca la sanfona, flautas artesanas y hace música con trozos de hierros del taller de su abuelo. Sin duda ese muchacho albino y medio ciego había nacido para hacer música. Sus verdaderas aportaciones musicales comienzan en la década de los años sesenta en Rio de Janeiro con la formación del quarteto novo con Airto Moreira, que, aunque solo grabó un disco, tiene una extraordinaria repercusión en la música instrumental brasileña del momento, introduciendo melodías y ritmos nordestinos en el panorama musical carioca, saturado de bossa nova. Su creciente prestigio le lleva a viajar a Estados Unidos, donde llega a colaborar con Miles Davis en su álbum Live Evil, en el que además, se interpretan dos composiciones de su autoría. Hermeto todavía hoy considera a Davis una de sus principales influencias. De vuelta a Brasil graba el álbum A Musica Livre De Hermeto Pascoal, y después, de nuevo en Estados Unidos, Slave Mass (1.976). Pero es a principios de la década de los años ochenta cuando bajo contrato con la discográfica independiente Som da Gente, y liberado de las ataduras de los productores de las grandes discográficas, desarrolla lo mejor y lo mas desconocido de su obra. En compañía de un conjunto estable que permanecería unido casi una década, da rienda suelta a un estilo único, caracterizado esencialmente por un complejo mestizaje, entre el jazz y el folklore brasileño (choro, frevo y mucho mas). Tras siete años de silencio, regresa a los estudios en 1.999 con su álbum Eu e Eles. Hermeto Pascoal es una figura excepcional en el mundo de la música brasileña. Prolífico compositor y arreglista, Su innata habilidad le ha llevado a convertirse en un multi-instrumentista, que toca con virtuosismo la flauta, el piano, el saxo, la trompeta o el fliscornio, el acordeón y muchos otros insólitos instrumentos ideados y fabricados por él mismo. Un genio musical, cuya obra grabada en su mayor parte, se encuentra hoy descatalogada o mal distribuida; inaccesible, en definitiva, al gran público.AO VIVO EM MONTREUX (1979)La brillante presentación del conjunto de Hermeto Pascoal en el Festival de Montreux de 1.979, tuvo una entusiasta acogida por parte del público. En ese mismo festival, actuó la cantante Elis Regina, con la que Hermeto interpreto algunos temas, que no se recogen en este disco.
Bájelo Acá
Etiquetas: Brasil, Jazz
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